Cómo hacer y rechazar peticiones
La sesión de hoy se centrará en algo tan cotidiano como es hacer peticiones a los demás y rechazar aquellas que nos propongan, con las que no estemos de acuerdo o no queramos hacer por cualquier motivo.
CÓMO HACER PETICIONES DE FORMA ASERTIVA
Podemos hacer tres tipos de peticiones a otra/s persona/s:
- que compartan con nosotros una actividad agradable o recreativa (por ejemplo “El domingo me voy de excursión, ¿te gustaría venir conmigo?”)
- pedir favores (por ejemplo “¿Te importaría prestarme tus guantes?”)
- pedir cambios de comportamiento que nos molestan (por ejemplo “Por favor, ¿puedes apagar el cigarrillo mientras estoy comiendo?”).
Como se ha estado diciendo a lo largo de todas las sesiones, podemos actuar de tres formas en las distintas situaciones, de forma agresiva, asertiva o inhibida. Esto también se aplica a las situaciones en las que tenemos que hacer una petición a otra persona. Es decir, podemos hacer una petición de forma agresiva, por ejemplo, “Tira ahora mismo el cigarro, porque estoy harta de decirte que no fumes cuando como”, o inhibida, por ejemplo, “Si apagaras el cigarro mientras como..., no estaría mal, pero... vamos, que... lo que prefieras”. Con estas formas de actuar, es muy probable que no consigamos los objetivos que nos proponemos, o sea, que el otro no acceda a nuestra petición.
La otra opción es hacer la petición asertivamente, de forma concreta, segura, educada y manteniéndonos firmes, lo que nos dará más oportunidades de conseguir nuestros objetivos, es decir, que la otra persona acepte nuestra petición.
Muchas veces no realizamos bien las peticiones y puede ser por varios motivos:
- porque pedimos de forma titubeante, lo cual da la impresión de que no tenemos muy claro lo que queremos pedir
- porque no sabemos como hacer la petición porque nos da vergüenza
- porque creemos que el otro va a pensar de nosotros que somos unos frescos
- porque pensamos que el otro va a decir “no” a nuestra petición
- porque avasallamos al otro con nuestra petición, al formularla agresivamente
- etc.
A continuación te explico algunas recomendaciones para hacer nuestras peticiones de forma asertiva, para que éstas sean más efectivas y tengamos más oportunidad de conseguir nuestro propósito.
- Sé amable.
- Sé asertivo, no sólo verbalmente, sino también no verbalmente, con tu cuerpo, tus ojos, tu expresión facial, y sobre todo, con tu tono de voz.
- Sé breve y directo, sin rodeos ni titubeos.
- Explica claramente lo que quieres (ir al grano).
- Explica los motivos por los que necesitas el favor.
- Cuando te diga sí, agradécelo.
- No seas pesado si te dicen que no.
- Cuando te diga que no, busca otras alternativas, no te enfades.
- Recuerda que el otro tiene derecho a decir no. No te enfades, amenaces, no hagas chantajes emocionales, ni culpabilices. El que te diga que no, no significa que te rechace como persona.
Vamos a ver tres ejemplos en los que representará a una persona haciéndole una petición a otra. En cada uno de ellos hará algo que esté mal, de modo que la petición no será correcta (asertiva). Trata de identificar, ayudándose de las recomendaciones para hacer peticiones, qué se ha hecho mal y haz propuestas de cambio para hacer esas mismas peticiones adecuadamente.
EJERCICIO DE PETICIONES INCORRECTAS
Ejemplo 1
Situación: Un chico quiere pedirle a una chica que salga con él esta noche, así que la llama por teléfono.
Diálogo:
A: Hola Elena. Soy Antonio.
E: Hola Antonio. ¿Qué pasa?
A: Pues que... esto... ¿te pillo en un mal momento?
E: No, bueno, tengo un poco de prisa porque tengo que salir, pero vamos, que
si eres breve no pasa nada.
A: Bueno, que...había pensado que... bueno si tú quieres, que....como ya tenemos un poco de confianza,... porque yo confío en tí, y bueno, creo que tú también en mí, pues que... como ya hace tiempo que nos conocemos y además hemos coincidido una cuantas veces por ahí,... y vamos que nos llevamos bien y eso... pues que...
E: ¿Quieres que te preste algo, Antonio? ¿Es algo urgente?
A: No, bueno, es que...
E: Mira Antonio, es que ya se me hace tarde...
A: Pero...
E: ...lo que hacemos es que mañana te llamo yo, ¿vale? Venga, hasta mañana.
¿Qué ha hecho mal? Ha titubeado, no ha sido breve ni directo.
Ejemplo 2
Situación: Una amiga le pide prestado a otro su coche porque quiere salir esta noche con él.
Diálogo:
B: Hola Vicente.
V: Hola Bea. ¿Qué era lo que me tenías que decir tan importante?
B: Pues verás. Es que resulta que esta noche he quedado con la gente de mi clase y quieren tirar para la playa. Y como hacen falta coches pues he pensado que tú me prestaras el tuyo.
V: Mira Bea... Tú sabes que no me gusta prestarle el coche a nadie.
B: Ya, pero es sólo por esta noche. Además es a mí, que no es a cualquiera.
V: Aunque seas tú. Es que el coche no me gusta prestarlo, no me importa quien sea, vamos que no se lo dejaría ni a mi padre.
B: Venga Vicente. Que yo te he hecho muchos favores. No seas así, que para una vez que te pido algo,...además sabes que yo te lo voy a cuidar...
V: Bea, que no me importaría prestarte otra cosa, pero el coche de verdad que no. Lo siento.
B: Desde luego, yo pensaba que eras de otra forma, que confiabas en mí; ¿amigos para todo? Ya lo veo. Anda que pídeme tú algo cuando te haga falta.
¿Qué ha hecho mal? No ha respetado el derecho de su amigo a decir “no” y le ha hecho un chantaje emocional.
Ejemplo 3
Situación: Un chico le dice a su compañero de piso que al día siguiente se va a la playa y le pide que se vaya con él.
Diálogo:
V: Oye Joaquín, que mañana me voy a la playa con unos cuantos amigos, y he pensado que te podrías venir.
J: Pues muchas gracias Víctor, pero es que no me apetece demasiado.
V: Venga hombre, no seas muermo. Así sales un poco, que llevas una semana sin salir, todo el día estudiando,...
J: Que no, de verdad, es que no me apetece, ya sabes que a mí la playa no me hace gracia.
V: Que sí, y así conoces a la gente con la que salgo, ya verás que simpáticos son.
J: De verdad que no. Además, me da corte ir con tanta gente que no conozco. Que no, de verdad, no me insistas más.
V: Pero si a Isabel sí la conoces. Y le caes muy bien. Vamos hombre, si no tienes nada que perder.
J: Que no Víctor, ya te he dicho que no. A Isabel la conozco de sólo una vez, y que ¡jolines, que es que no me apetece! Ya está.
¿Qué ha hecho mal? Se ha puesto muy pesado y no ha respetado el derecho del otro a decir “no”.
Recuerda que, aunque hagamos nuestras peticiones de forma asertiva, puede ser que los demás accedan a ello, pero también puede que las rechacen. Y puesto que uno de nuestros derechos asertivos es el derecho a decir “no”, los demás también lo tienen. Cuando los demás nos dicen que no, tenemos que saber respetarlos, sin hacer cosas tales como ser pesados, presionar, hacer chantajes emocionales, enfadarnos,...
CÓMO RECHAZAR PETICIONES ASERTIVAMENTE
En caso de, que sea alguien quien te pide algo, ¿siempre tienes que decir que sí a todo lo que te pidan por muy asertivamente que lo hagan?
Evidentemente no. Te recuerdo que tienes derecho a decir “no” y a no sentirte culpable por ello.
Ante una petición también existen tres formas de responder: inhibida, agresiva y asertivamente. Imagina la siguiente situación:
Un amigo (Damián) le pide a otro (Pablo) que le acompañe a comprar al centro de la ciudad para no ir sólo y no aburrirse, pero el otro se niega porque ya le ha acompañado muchas veces y no le apetece.
Contestación inhibida:
D: Pablo, tengo que ir al centro a comprar. ¿Te quieres venir conmigo? Es que si no, me voy a aburrir un montón.
P: Pues... es que.. verás, es que tenía pensado hacer otras cosillas... y la verdad es que... bueno que hasta que no las acabe no voy a poder salir.
D: ¡Ah! No hay problema, te espero. Si no tengo prisa.
Contestación agresiva:
D: Pablo, tengo que ir al centro a comprar. ¿Te quieres venir conmigo? Es que si no, me voy a aburrir un montón.
P: Mira, estoy harto de ir contigo. Siempre te estoy acompañando y el que se aburre contigo soy yo, así que hoy no me da la gana de acompañarte.
Contestación asertiva:
D: Pablo, tengo que ir al centro a comprar. ¿Te quieres venir conmigo? Es que si no, me voy a aburrir un montón.
P: Hoy no me apetece ir al centro a comprar. Comprendo que te puedas aburrir, pero prefiero no salir hoy.
Para negarnos asertivamente a una petición que nos hagan, existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta.
- Recuerda que tienes derecho a decir no.
- Escucha bien lo que te está pidiendo antes de decir que no, porque puede que haya alternativas en las que puedes ceder.
- Di no y explica por qué lo dices para que la otra persona entienda por qué te niegas, pero si no lo entiende, no des excusas o autojustificaciones.
- Sé amable al decir no, refléjale que lo comprendes, pero mantente firme.
- Sugiere alguna otra idea en vez de la que te propone. Da alternativas o intenta llegar a compromisos si la relación con esa persona te interesa.
- Tus deseos son tan importantes como los de la otra persona (no te sientas culpable por negarte).
Es necesario que diferencies tres situaciones a la hora de rechazar una petición:
Por ejemplo, en el caso de que tu amigo te pida que le acompañes a comprar al centro, pero esta tarde te es imposible porque tienes que estudiar, se le podría decir “Me encantaría ir contigo, pero es que tengo que estudiar para el examen de mañana. Si lo dejas para mañana, podemos ir los dos juntos”.
Pepa le pide a su amiga Lara, que friegue los platos por ella porque va a llegar tarde al trabajo; es la cuarta vez que Pepa se lo ha pedido en este mes.
P: Lara, mira que es que llego tarde al trabajo, ¿por qué no friegas tú los platos por mí?, que es que de verdad que no me da tiempo.
L: Pepa esta es la cuarta vez que te pasa en el último mes, y creo que no es justo que haga el trabajo que deberías hacer tú, así que no voy a fregar los platos por tí.
P: Lara, por favor, de verdad que esta va a ser la última vez que te lo pido. Es que llego tarde al trabajo y mi jefe me regañará.
L: Ya, pero no voy a fregar los platos por tí.
P: Lara, no te lo pediría si mi jefe no me echara esos broncones cada vez que llego tarde. Por favor...
L: Sé que tu jefe es muy duro, pero no voy a fregar los platos por tí. ¿Por qué no los friegas luego cuando vengas por la noche?
P: Por la noche vengo reventada, y tengo que acostarme temprano porque mañana tengo que madrugar...De verdad que no volveré a pedírtelo.
L: Sí, ya sé que vienes muy cansada, pero no voy a fregar los platos por tí.
P: Desde luego, a veces pareces insensible. Está bien, fregaré yo cuando vuelva esta noche.
Alex le pide prestado a su amigo Jose un disco, pero Jose prefiere no dejárselo porque no le gusta prestar sus discos.
A: Jose, tú tienes el último disco de “Los Pingos”, ¿verdad?
J: Sí, me lo compré hace poco. ¿Quieres que te lo grabe?
A: No. Es que había pensado que me lo prestaras, porque me gustaría escucharlo bien primero y luego decidir si me lo grabo o no.
J: Pues verás Alex. Es que no me gusta prestar mis discos, porque los discos son muy delicados y se pueden rayar fácilmente. Por eso no los presto.
A: Pero Jose, si yo soy muy cuidadoso; ya sabes como cuido yo mis discos. Y por supuesto trataría el tuyo como a los míos propios.
J: Sí, Alex, si yo sé que tú eres muy cuidadoso, pero es que no me gusta prestar mis discos.
A: Jose, parece como si no confiaras en mí.
J: Comprendo que pienses que no confío en tí, Alex, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que no me gusta prestar mis discos.
Lee las siguientes situaciones y practica el rechazo de peticiones de forma asertiva, teniendo en cuenta la diferencia de reacciones en función de que la petición les parezca justa pero no pueden hacerla, injusta, o que, aunque sea justa, simplemente no quieres hacerla:
Situación 1
Dos amigos, que están desayunando juntos en el intermedio del trabajo; uno de ellos sólo tiene dinero para pagarse el desayuno y le gustaría comprarse un paquete de tabaco, así que le pide a su compañero que le preste dinero que le devolverá al día siguiente; pero el amigo sólo tiene dinero para su desayuno y para pagarse el almuerzo, y si le presta el dinero se quedará sin almuerzo; no le importaría dejárselo otro día, pero hoy no puede.
Situación 2
Hay dos compañeros de piso; a uno de ellos le toca hacer la compra de la semana; el otro tiene que salir a llamar un momento por teléfono; el que le toca comprar le pide al otro que de camino que sale, que por qué no compra él. Esta es una petición claramente injusta, así que pretendemos que se use la técnica del disco rayado.
Situación 3
Dos amigos están tomándose unas copas juntos por la noche, pero uno de ellos se tiene que ir porque al día siguiente debe madrugar; el otro amigo trata de convencerle para que se quede más rato. Aquí se pretende que usen la empatía y el disco rayado.
Índice: "De la ansiedad a la calma"
3. Psicoeducación de la ansiedad
4. Comprendiendo las experiencias emocionales
5. BONUS: Cómo funciona la mente
6. Autoconocimiento, toma de conciencia y motivación
BONUS: "MUDO: La técnica antidepresiva para equilibrarte"
8. Gestión de pensamientos y emocional
Repaso de Cómo funciona la mente
Más técnicas de gestión mental
Pasos para gestionar tus experiencias emocionales intensas
Gestión de una emoción que está escalando
Técnica de gestión momentánea: RAIN
Asertividad positiva: Cómo hacer y recibir comentarios positivos
Cómo hacer y rechazar peticiones
Cómo pedir cambios de comportamiento de forma asertiva (hacer críticas)
Comunicación No Violenta (CNV)
Aceptar críticas asertivamente
Exposición a los síntomas físicos